Directioners :)

lunes, 25 de junio de 2012

Un sueño por cumplir - CAPÍTULO 4



~DOS SEMANAS DESPUÉS, EL DÍA DEL CUMPLEAÑOS DE ANGY~

(NARRA ANGY)

-¡CUMPLEAÑOS FELIZ, CUMPLEAÑOS FELIZ! - escucho cantar a Sofía mientras se tira en la cama encima de mi y me zarandea.
-Si, gracias, gracias, pero ¿se puede saber que hora es?
-¡Las nueve de la mañana pequeña!
-¿Y no podías haber esperado hasta las doce o hasta la una para felicitarme? - le digo mientras me pongo boca abajo en la cama y vuelvo a cerrar los ojos.
-No porque tengo una sorpresita para ti. ¡Vístete que nos vamos!
Sin muchas ganas le hago caso, espero que merezca la pena este madrugón.  Me levanto y voy hacia el baño de mi cuarto, llevamos casi dos semanas viviendo las dos solas en esta casa, me encanta, sobre todo eso de tener cuarto de baño propio en mi habitación.
Cuando me mudé, hace ya cuatro años, Sofía fue a la primera persona que conocí y en la primera en quién confié; le conté todos mis problemas y el motivo de mi mudanza, y, para mi sorpresa, me comprendió. Nos hicimos muy amigas, a pesar de que ella siempre ha sido muy popular y yo muy solitaria; no somos la típicas mejores amigas que están todo el día juntas y son inseparables, pero podemos confiar la una en la otra, nos apoyamos cuando las cosas van mal y nos alegramos cuando la otra sonríe; y esas son las cosas verdaderamente importantes.
Un día me trajo hasta esta casa y me enamoré de ella nada más verla, está en un pequeño claro del monte, cerca de un precioso lago; ese mismo día Sofía me prometió que ese verano pasaríamos allí las vacaciones las dos solas para olvidarnos del mundo. Ella sabía que yo necesitaba alejarme de todo y relajarme, a si que siempre le agradeceré muchísimo todo lo que hizo por mi durante ese año, y lo que sigue haciendo. El caso es que ese verano estuvimos durante una semana las dos “solas”, teníamos catorce años y ni sus padres ni mi madre se fiaban de nosotras, por lo que pasaban todo el día en la casa con nosotras y a la hora de dormir se iban y volvían a la mañana siguiente muy temprano, antes de que nosotras nos despertáramos. Es decir, prácticamente es como si no estuviésemos solas, pero nostras éramos felices. Al año siguiente decidimos volver a la casa y estuvimos durante una semana solas de verdad, y así año tras año hasta ahora; se ha convertido en una especie de tradición. El año pasado estuvimos todo el mes de agosto y este año ya hemos venido a finales de junio, será un verano genial.
Termino de vestirme y voy a la cocina a prepararme el desayuno, pero mi amiga me dice que no, que ya desayunaremos después. Sofía se sacó el carnet de conducir hace unos meses y sus padres le han dejado uno de sus coches a si que ya tenemos vehículo para el verano. Me monto en el asiento del copiloto mientras ella enciende el motor y pone rumbo a un destino desconocido, yo intento que me diga a donde vamos pero no hay manera, y es que a cabezota no le gana nadie.
-¿El aeropuerto? - digo sorprendida cuando llegamos al no tan misterioso destino.
-¡Si! - me dice emocionada.
-Un momento, no será por esos chicos de One Direction otra vez, ¿no?
-Me has pillado... - me dice con un tono de voz raro en ella, parece que me oculta algo, pero prefiero no preguntar lo que se trae entre manos.
Estamos allí durante media hora y me sorprende que solo está la gente que llega de los vuelos y la que se va, no hay cientos de fans histéricas como el otro día.
-Sofía, ¿seguro que venían hoy? No hay tanta gente...
-No, no venían hoy.
-¿Cómo? ¿Y para qué hemos venido?
-Es que por aquí llega tu regalo de cumpleaños – me dice mientra me agarra por los hombros y me hace girar.
Al principio no sé a que se refiere, pero entonces las veo. ¡MARINA, SANDRA Y JESSICA! ¡No me lo puedo creer! ¡Mis mejores amigas! ¡Mis niñas irlandesas! Sin dudarlo ni un segundo empiezo a correr hacia ellas, que me reciben con los brazos abiertos.
-¡Cuánto os he echado de menos! - les digo con lágrimas en los ojos mientra miles de recuerdos van apareciendo en mi mente.
-¡Nosotras a ti más cariño! - me dice Marina dándome otro abrazo.
-No me llores cielo, que sabes que nunca he aguantado verte así – me dice Sandra mientras me seca una lágrima y me da un beso en la mejilla.
-Yo soy Sofía – dice mi amiga con una sonrisa.
-¡Encantada! Yo soy Jessica, con la que hablaste por teléfono.
-Sofía, nunca voy a poder agradecerte todo lo que haces por mi – le digo y le doy un abrazo.
Me tranquilizo un poco y por fin dejo de llorar, mis amigas me cuentan cosas que han pasado durante estos cuatro años. ¡Sigo sin creerme que Sofía haya traído aquí a mis amigas de Irlanda y que se vayan a quedar todo el verano! Seguimos hablando y Sofía y yo les ayudamos a meter las maletas en el coche de mi amiga, después nos montamos las cinco y nos dirigimos a desayunar a un pequeño bar-pastelería que hay en el centro.
-Me habéis contado muchas cosas, pero no me habéis hablado de lo más importante...¡de chicos! - digo yo inspeccionando a cada una de mis viejas amigas con la mirada, noto que cuando miro a Marina se pone roja.
-Nada serio, ya sabes, un chico por aquí y otro por allí, pero ninguno me ha llamado especialmente la atención. - me dice Sandra quitándole importancia al tema.
-¡Si es que pides demasiado! - le recrimina Jessica – Pero bueno, a mi tampoco me ha ido muy bien en el amor. He tenido un par de novios serios pero las cosas han acabado mal en ambos casos...
-Vaya, lo siento... - le digo arrepintiéndome de haber sacado ese tema de conversación.
-No pasa nada, ya es agua pasada y está todo más que olvidado. Además, ahora soy muy amiga de mi primer ex, cosas de la vida... - dice mientras suelta una fuerte carcajada.
-Bueno Marina, ¿y tu? - le digo clavando mi vista en ella.
-Yo...nada.... - dice nerviosa.
-Está bien, si no quieres hablar de eso no hablamos... - digo dándome por vencida, sé que me oculta algo pero ya me lo dirá cuando tenga ganas.
-¡ANDA MARINA, CUÉNTASELO! - le dice Jess.
-¡Si, que es una historia preciosa! - le anima Sandra.
-Angy, creo que te has perdido algo gordo en estos cuatro años – me dice Sofía.
-Está bien, os lo cuento... - dice Marina después de quedarnos todas mirándola fijamente – Pues estuve con un chico, bueno, no llegué a estar con él. Hace algo más de un año fui a visitar a mi tía a Mullingar, como está lejos de Cork me quedé allí durante casi una semana. El día antes de irme, conocí a un chico rubio, con una gran sonrisa y unos ojos azules preciosos.
-¡Si, fue amor a primera vista! - le interrumpe Sandra – Lo siento, continúa...
-El caso es que en solo un día cogimos mucha confianza, pero yo al día siguiente me tenía que ir y prácticamente no sabía nada de él. Al día siguiente, un rato antes de volver a Cork, nos encontramos en un parque que estaba cerca de la casa de mi tía y después de decirme que no me olvidaría nunca, me besó.
-¡Fue un beso tan romántica y dulce! - le vuelve a interrumpir Sandra – Perdón otra vez, es que me encanta esa historia.
-¿Y no has vuelto a saber nada de él? - le pregunto curiosa.
-Eh...no, no... - le tiembla la voz pero prefiero no decir nada más sobre el tema.
-Bueno, ¿y vosotras? - nos pregunta Jessica a Sofía y a mi, ella también se ha dado cuenta de que a Marina no le gusta hablar de eso.
-A mi me ha pasado como a Sandra, muchos chicos pero nada serio... - dice mi amiga.
-Yo no he tenido nada serio, cada vez que empezaba con alguien me daba cuenta de que iban a lo que iban, yo necesito a alguien diferente, un chico romántico que me escuche y me entienda...
-Resumiendo, Angy quiere un príncipe azul – me corta Sofía.
-Tranquila, pronto encontraré a mi príncipe – le contesto yo guiñándole un ojo.
Terminamos de desayunar y nos dirigimos a nuestra casa de verano, después de enseñarle a cada una su habitación, cogemos los biquinis y vamos a darnos un baño en la piscina antes de comer. Seguimos hablando de temas sin importancia: pequeñas anécdotas recientes y otras del pasado, me cuentan sus últimas historias y Sofía y yo les contamos las nuestras, recordamos viejos tiempos, tantos recuerdos en mi querida Irlanda, Sofía se ríe de todas las locuras y tonterías que hacíamos de pequeñas y nos cuenta su infancia.
Salimos de ese relajante baño y hacemos la comida entre todas, comemos en la cocina y después vamos a ducharnos, suerte que en toda la casa hay cuatro baños, uno en la primera planta y tres en la segunda. Nos empezamos a preparar porque Sofía ha dicho que tiene una sorpresa, aunque ninguna de las cuatro sabemos lo que tiene pensado hacer esta tarde.
Yo soy de las primeras en ducharme y me visto con algo informal, mi camiseta gris de Mickie Mouse con unos shorts vaqueros y las converses grises.



Sofía se pone una camiseta básica amarilla, a juego con las converses, y unos pantalones cortos de tiro alto.



Sandra se pone una camiseta blanca donde pone “love it” con letras negras, unos shorts negros y las converses bajas, también negras.



Marina lleva una camiseta de rayas blancas y azules, con unos shorts azules y sus converses blancas.



Y por último Jessica, después de estar un buen rato pensando que ropa ponerse, por fin se decide por unos shorts vaqueros simples, una camiseta blanca en la que aparece el lazo rosa con topos blancos de Minnie Mouse y unas converses también rosas.



Por si no lo habéis notado, todas sentimos predilección por las converses, nos encantan. Salimos de casa y Sofía nos va guiando por un sendero del monte, si no recuerdo mal, este camino va a dar al lago, pero ¿para qué quiere Sofía que vayamos al lago?

*¡HOLA! Primero quiero deciros que he estado a punto de no publicar hoy porque ayer me decepcioné un poquito... Dije que publicaría si llegaba a 10 comentarios y no llegué. Es que hay mucha gente que me dice que lee mi novela y no sé si la lee de verdad... Pero bueno, yo sigo con una sonrisa y estoy orgullosa de mi trabajo ^^ Espero que os guste este capi y ya sabéis, un comentario = una sonrisa :) UN BESAAZOO :33 *

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